13.2.11

north of invention / algunos poetas canadienses fantásticos



el jueves 20 y el viernes 21 de enero asistí en la Kelly Writes House a un festivalazo de poesía canadiense. Dos días de 10 am a 10 pm /  48 horas de poesía nonstop / por el día lxs poetas presentaban sus poéticas / por la noche recitaban. Las conversaciones que se dieron dentro de esa casita victoriana de 1851 resultaron bastante estimulantes - llegué a pensar, de hecho, que aquí en Norteamerica se han alejado un siglo de debates por comenzar en nuestras partes del mapa. Tres poetas imprescindibles de aquella banda canadiense / tres debates (vida, ciencia, fluidez):

Jeff Derksen: leyó unos poemas muy inteligentes y acertados, pero la presentación de poética que trajo fue como para abrazarlo largamente. El tipo está pensando, entre otras cuestiones, en formas de escritura postconceptuales pero no por posmodernistas-mal sino por conceptualizaciones de eso que lxs experimentales temen tanto: la expresión/la lírica/el sentimiento-incluso (es una forma de abreviar) Habló de un mundo en descomposición, de sus ciudades muertas, de las formas de vida resistente en el espacio (urbano) y en el lenguaje (poético) - habló brevemente de okupaciones. Aún no leí pero ya tengo un libro suyo titulado Annhilated Time. Poetry and other politics. Es probable que el anticapitalismo feminista queer del pensamiento universitario yanqui sea un juego de lenguaje "corporativo" puesto que no se ve a sí mismo envuelto en ninguna lucha política directa ni en ninguna decepción o trampa  o contradicción o ((vaya, que juega en casa siempre, con amigxs)); pero hay veces que parece honesto y responsable; que suena a juego serio dispuesto para quien pueda - fuera de la casita - jugarlo. Para otro día dejo esa discusión, tan necesaria, sobre la (im)posibilidad de pensamiento crítico separado del mundo, encerrado en los campuses de lujo, a pocos metros que son kilómetros reales de calles miserables, de ghettos tristísimos (en philadelphia hay unos cuantos); pero hoy quería postear la emoción de escuchar a gente tan seria y tan lista partir de unos supuestos tan poco esnobs y dogmáticos como los que se suelen asociar falsamente a las neovanguardias poéticas

Christian Bök: Se trata de un genio a la antigua usanza - o casi, creo. Un más que digno sucesor de Alfred Jarry, a quien ha leído muy inteligentimente en unos cuantos libros y artículos. Presentó un proyecto llamado The Xenotexte, que consiste en producir un procedimiento de escritura igual a la bacteria deinoccus radiourans, por el cual de un poema podrían extraerse otros sin necesidad de escribir: el poema se convertiría así en un organismo vivo capaz de sobrevivir a la humanidad. Esto fue argumentado con todo lujo de detalles y rigores científicos posibles, verosímiles; además de con gritos, jaleos, aserciones y demás formas de la ciencia y de la ideología científica. El asunto es extenso y complejo: http://www.law.ed.ac.uk/ahrc/script-ed/vol5-2/editorial.asp; la presentación fue impresionante. Después de Bök  trabajamos a Jarry en el seminario de Bernstein. Quizás cierta propuesta  de fundir ciencia y poesía no es tanto el último grito estilístico del posmodernismo  "postpoético"(mallo); como un viejo proyecto patafísico que consiste en delirar el centro de los lenguajes del orden para instalar allí la imaginación verificable de nuevos mundos por venir: el desorden total es el comienzo


Jordan Scott hizo casi el mejor de los mejores recitales que alguna vez yo viera o vería - el más honesto, el más proporcionado, el menos mágico, el mejor poeta. Scott es tartamudo y sobre esa falta de fluidez verbal construye textos, poética y recital maravillosos. No por la dificultad de su voz es más auténtica su escritura; la voz en este caso no consigue falsas ganancias; el texto va en el cuerpo incorporado. No por observar la superación de una discapacidad fue emocionante su recital; lo fue por el cansancio, el esfuerzo, la tensión, la pausa, la concentración y el conflicto que el ritmo no fluido de su cuerpo proporcionaba. Me recordó a aquel recital de un gran tímido (cuyo nombre no escribo) agresivo y sudoroso y agarrado a una mesa; y aquel de una poeta listísima peleando contra el pudor universal; artes físico-líricas, constataciones en directo de lo indirecto y entrecortado del lenguaje, que no no nos llega claro, ni limpio, ni de una

1 comentario:

Gargamelle dijo...

increible lo de Deinoccus radiourans, aunque me parecen a mi sueños de niño de esos de "enterremos una cajita". Y sí, coñe, que el género siempre en mayúscula.