salen los últimos meses. Desde septiembre. Un año dentro de otro. En este final del año uno: vi y leí cosas preciosas que se van a quedar como pliegue completo de los dos. Querría acordarme de cuatro: Xenia Rubinos en la Moby Dick un jueves noche; La petite morte, Le Parody beats y las Pieles en Vaciador un domingo tarde noche; Israel Galván en Teatros del Canal un sábado noche; y Black Out de María Moreno muchas noches hasta bien tarde. Black out es un libro que hace crónica, ensayo y narración de partes de vida de la escritora María Moreno. Es un libro de escritora, de hecho. De autoría. El hilo conductor de todas las partes es el alcohol. La cultura del alcohol y la cultura de la literatura en el Buenos Aires de los 60, 70, ... y hasta dosmiles, si es que queda algo de eso. Si es que queda algo de eso queda en el libro de Moreno. Beber, oler, discutir, perder, errar, hablar y escuchar, a partes no proporcionadas. Del libro sobre todo me gusta la Verdad, sea lo que sea. Había descubierto a María Moreno en esta conferencia increíble que dio en la apertura del FILBA, tras una mesa redonda sobre el cuerpo donde nadie puso tal cosa. Nadie se la jugó y eso me enfada. Escribir como manera de leer, escribir y vivir; vivir como manera de escribir, leer y vivir; etc. Ya no hay tantas escritoras que integren las tres partes, pero es una tradición imprescindible, me parece. Xenia Rubinos me flasheó. Había ido a ver tocar a Le Parody un jueves cualquiera a la Moby Dick y me encontré con un concierto lujosísimo. Rubinos integra todas las músicas negras, que son las mejores, el jazz, el soul, el funk, el rnb, el hip hop. Su performance es muy generosa. Me pareció la Billie Holiday de hoy. Recuerdo la primera canción: su voz duraba tanto haciendo la palabra que dice "yo" que te absorbía adentro de su canción, pero es que además ella mientras nos miraba a los ojos y sonreía. Bajó a bailar con nosotrxs varias veces. Fue hermoso. En el culto de Vaciador una bola de sonido desinteresado, intenso, desviado, nos envolvió a lxs veinte que allí estábamos. La noche antes habíamos ido a ver a Israel Galván hacer La edad de oro, no sé en qué punto de variación respecto de la primera versión, que es de hace años. El humor y el detalle. El archivo de detalles. Cuando parecía que no se podía sacar más oro de unos movimientos, más oro venía en forma de gestos, de curvas, de detalles. Recuerdo que pensé que quería guardarme algunos en la memoria, pero que no me veía capaz de hacerlo. Más bien recordaría la sensación, pensé. Me pregunté: ¿cómo se recuerda un baile? En estas llegó diciembre. En diciembre me puse a recordar el año otro, que no era uno, anterior a septiembre, y hasta años precedentes, pasados, remotos. También me puse a releer mis libros preferidos de poesía, para escribir más poesía. Recordar, releer, reescribir. Creo que unx poeta como mucho añade unos versitos más al gran corpus de versos de la poesía y casi que copia todo lo demás. Me gusta cómo Berrigan retoma versos suyos de vez en cuando. No sé si fueron primero sus Sonnets o sus poemas no Sonnets, pero cuando me encuentro con los versos de los Sonnets todo a lo largo de la obra completa me alegro mucho. Me alegro sobre todo de reconocerlos. De reconocernos. Puede que ésa sea otra de las funciones del verso: ser reconocido, reconocer. Todos necesitamos alguna clase de estribillo para la vida. Los estribillos de la poesía tienden a ser densos y enrevesados, pero es que vida y escritura lo son todo el rato. Este año voy a trabajar con versos, pedazos, trozos, trocitos, pasta base limón una cuchara (metafóricas); a ver qué condensa, a ver cómo sube. También tengo ganas de hacer memoria de los años, pero no necesariamente unas memorias. Sí una escritura. Argentina me dio más ganas de escribir que nunca. Madriz también, pero madriz es menos escritora, es más artes vivas. Eché mucho de menos este año uno, pero qué bueno. Indica una viveza. Eso sí lo quiero.
31.12.16
23.12.16
21.12.16
recuerdo del verano en el invierno · solsticio · sol quieto · a la mayor o menor altura el sol
*
*
*
recuerdo de
Catálogo de pre-viva voz
Al final todo sucede a la vez de Ixiar Rozas
y el Bonus Track
en la playa de la kontxa, donosti, en agosto/septiembre de 2016
*
Catálogo de pre-viva voz
Al final todo sucede a la vez de Ixiar Rozas
y el Bonus Track
en la playa de la kontxa, donosti, en agosto/septiembre de 2016
*
8.12.16
Lo que America puede / sale
imagen de portada de Paco Pomet |
Sale Lo que América puede
el libro fue escrito por Billy E Morreale a partir de sus viajes por el Oeste de Estados Unidos
yo hice de editora
también escribí un epílogo
el libro se festeja el 16 de diciembre
en Molar
(calle la ruda de madriz)
en Molar
(calle la ruda de madriz)
sobre el proceso de escritura Billy anota:
"Una
vez vi por ahí una entrevista a una novelista que decía que la
lectura es la única disociación mental socialmente aceptada, que es
mejor que la droga, decía, pasas una página y ya no estás aquí.
Yo de pequeño leía mucho, era lo que más me gustaba. Ojalá me
hubiera gustado más el mundo de afuera, pero el de los libros era
mejor. Leía mundos de otros y escribía los míos. Los
libros y los viajes. Leer
y escribir son cosas privadas para mí, son mis únicas tareas
solitarias, quizás por eso no se me ocurrió contarlo. También
porque este libro, cuando empecé a escribirlo, no era un libro.
Entre
2009 y 2010 estuve viviendo en Los Angeles. Viajé mucho, conocí a
un par de personas, pasaron muchas cosas que no entendí. Todo lo que
vi y lo que viví lo dejé escrito, por ver si conseguía descifrarlo
más adelante. Eran trozos de un diario que iba colgando en un blog,
marcadores. Volví a España, volvieron a pasar cosas, otras cosas,
empecé a publicar música con el alias de Le Parody. Y ahí seguían los textos de mis paseos
por América (Estados Unidos de), varados en internet. Cada vez que
quería escribir otra cosa me asaltaban, había algo inacabado en esa
historia que me pesaba y pensé que la manera de cerrarla era
convertirla en libro. Le di algunas vueltas, nada, se hacía un
mejunje cada vez más complicado. Entonces le pedí a María si me lo
quería editar. María (Salgado) es mi compañera de piso y de la
vida desde antes del viaje, & she knows. Después de un tiempo largo de deshacer y rehacer dimos con la forma. Lo terminamos en primavera
y lo presentamos al premio Hiperión porque teníamos el plan de
hacernos ricos y también porque queremos que cambie la poesía en España,
pero nada (no lo ganamos). Lo bueno es que ya era un libro. Ahí
apareció Andrés (Fisher), americano de Chile, poeta, gran camarada
de las noches de (M)adrid, y a través de Andrés, Varasek, la
editorial que lo publica en su colección de Poesía, Viajes y Roc'n'roll.
El libro se llama Lo que América puede
y yo, cuando lo escribí, me llamaba Billy.
María Salgado además de editarlo escribió el epílogo, dice:
*
“Lo
que America puede es una novelita escrita como de madrugada dentro
del coche abandonado en el extenso aparcamiento donde se para el
autobús del que acabas de bajar después de un largo viaje y miras
para observar a un hombre, Billy, que muy alto en cocaína y muy duro
en sed de versos y relatos y disfrazado de algo extraño está
alineando la blanca cosa sobre el plástico de su carnet de la
biblioteca y ha ido a América y conoce América
y le gusta América y América le disgusta y ni idea pero sabe de qué
va por todo lo que leyó antes, durante y después de llegar hasta
aquel parkinglot de América gracias a unos plásticos de biblioteca
pública”
y también dice:
“Si
tomamos por -más o menos- cierto que los libros de poesía emiten
señales de las épocas en las que son impresos al menos unos pocos
segundos antes de que esas épocas inicien la explicitud de sus
emisiones más características, las señales que desde este libro se
lanzan son pero que muy violentas. La sensación de estar siendo
detenido todo el tiempo. La sensación de que te van a detener o de
que, llegado el caso de extrema necesidad, no te atenderán con un
mínimo de dignidad. La tensión securitaria & la inseguridad, el
siglo por venir”.
Hay
cosas que querrías no haber visto y premoniciones que querrías no
tener, pero la vida es eso, los libros y los viajes: su
amor y su violencia.
Bueno.
Pues así es la cosa."
7.12.16
se me acordaron unos versos de Julieta Valero
*
[...]
¿Por
qué yo?
Sólo
es hermosa la salvación del que casi está desconsolado.
Sólo
entiende la salvación el herido grave.
Yo
os respondería con la alegría sin gusano del padre primerizo y del
patrón que halla peces
la
del que expulsa su fluido y se ignora un instante
la
del reo amordazado y todo era un simulacro
la
del minero que reconoce de nuevo el sol
la
alegría pura del animal en su siendo.
Esta
bula que pido no le vale al atleta del oro
es
despreciada por quien cree en la obra de los hombres
y es
ignominia para los próceres del progreso.
Todos
ellos tienen la ira y la razón, su reino en este mundo y su razón.
Sólo
tengo la sangre de una edad y su color promete cansancio y fluye a la
caza de ternura.
Perdonadme.
Mi delito es haber comprendido cómo dibujaron esta desnutrición.
[...]
Julieta Valero. Los heridos graves, 2005.
sale [& se presenta en nyc] el catálogo de Collective Task 3 y 4 // con 1 txt mío dentro
Please
join COLLECTIVE TASK - an international art and poetry collective of
over 30 members - in celebrating the launch of our 3rd and 4th cycles
with the publication of a new catalogue and a series of events listed
below:
Friday, 12-16, 6-8pm - Pop-Up Exhibition
Saturday, 12-17, 7-8:30pm - Readings and Performances
Saturday, 12-17, 9-11pm - Cash & Carry Art Auction
Saturday, 12-17, 7-8:30pm - Readings and Performances
Saturday, 12-17, 9-11pm - Cash & Carry Art Auction
ALL EVENTS TAKE PLACE AT 67 LUDLOW GALLERY
PERFORMANCES
and ART FOR AUCTION will include works by: Erica Baum, Suzanne
Treister, Sam Winston, Klaus Killisch, Richard Grayson, Serkan Ozkaya,
Sabine Herrmann, Yedda Morrison, Felipe Cussen, Lanny Jordan Jackson,
Kim Rosenfield, Lawrence Giffin, Sophia Le Fraga, Robert Fitterman,
Josef Kaplan, Kristen Gallagher, Chris Alexander, Andy Sterling, Shiv
Kotecha and others.
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