tras la lectura del sábado vuelvo sobre el viejo tema de poesía y bares, y de paso respondo a un muy lúcido post de de sole parody sobre el asunto, añadiré mi opinión: según:
la poesía no es imprescindible de noche en un bar
en todo caso en un bar de noche es imprescindible la música
en un bar de noche la gente prefiere beber y conversar
no es culpa de la gente / los bares nos hacen gente
a no ser, claro, que hayan ido a escuchar poesía
casi toda la poesía sufre entre el ruido:
pierde concentración y se apresura
quiere irse antes de llegar
y no alcanza
no es justo
hay que ser muy buen poeta para salir victorioso del ruido
para salvar algún mueble de la inundación
por otro lado:
ya está impresa la REC nº6, un número remolón y resingular dedicado a la literatura lúdica, oulipana, potencial y extralibresca; con textos de sandra santana, c, sofía rhei, david vegue, robert rapilly, márius serra y el maestro de ceremonias: pablo moíño sánchez...
5 comentarios:
"hay que ser muy buen poeta para salir victorioso del ruido
para salvar algún mueble de la inundación"
esta frase me encantó maría, coincido plenamente, acá nos pasa lo mismo, y vos lo sabés, un recital es como una de esas peleas con campeones de peso pesado, uno a su pupilo, sólo le pide una, una mano bien puesta y después, si queda en el ruido, bullicio, de la lona, será perdonado, pero esa única mano, sigue siendo muy difícil de pegar.
besos
gabo
En los bares, la poesía se lleva dentro como el güisqui. A lo más que se puede aspirar, a parte de un gramo en la taza del escusado, es a oír rock. Si no no baja el güisqui. Ya sabes güisqui on de rocks. En fin.
No sé María. No creo que sólo sea la buena poesía la que sobrevive en los bares. Si nos referimos a aquella que está escrita para ser declamada, creo que más bien el bar actúa de filtro, como en la fábula del Enrique de Ofterdinguen. Sumerges el poema en lo atronador de sus voces, lo que sobreviva simplemente será poesía, lo demás queda en escoria.
La poesía no-bar, o sí bar, siempre que se de con ruido de arriba contra el ruido de abajo, o bien con respeto de abajo para el silencio de arriba. Pero en todo caso, la poesía nunca jamás como excusa para llenar un bar. Porque es como llenar un cine de anémonas. No tiene sentido y nada más que sirve para que uno pierda el tiempo.
hola,
yo decía que había que ser muy buen poeta arriba del escenario, con el cuerpo y las manos y la voz, que el ruido obliga
a un sobreesfuerzo
a un boxeo - como dice gabo
a un ruido atronador - como dice sole
y claro, tienes razón, lo que se salva de eso es brillante
pero ¿tiene oportunidad de salvarse si viaja en un cuerpo peso pluma?
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