A Arona Diakhate la policía le abrió la cabeza y lo ocultó en un portal: https://www.eldiario.es/desalambre/servicios-emergencia-desplomo-porrazo-Policia_0_750675282.html
A Mame Mbaye Ndiaye lo persiguió la policía: https://www.elsaltodiario.com/ahora-madrid/ayuntamiento-madrid-polic%C3%ADa%20persecucion-mbaye-abrir%C3%A1-investigacion
"A falta de una vía segura como son los visados que
expiden las embajadas y de otra que no lo es tanto, como las oficinas de
asilo en las fronteras, los viajes irregulares marcan la vida de muchas
personas migrantes, especialmente las procedentes de África. No solo
por el trauma de cruzar el desierto, quizá con traficantes, atravesar el
Estrecho en una barca de juguete y saltar una valla peligrosa con
cuchillas en el extremo. Una vez en España, en Europa, la vida sin
papeles es una no-vida.
"Sobrevivir no es delito”,
“nadie es ilegal”, “justicia” y “basta ya de acoso policial” eran
algunos de los mensajes escritos en la pancarta que Mame Mbaye sostenía
en una protesta cuando fue fotografiado, en primera línea de la
manifestación, tras la pancarta. Mame era un activista. Militaba en el
Sindicato de Manteros y Lateros de Madrid, un colectivo que reclama los
derechos de las personas que se dedican a la venta ambulante irregular.
Porque, como es lógico, una situación administrativa irregular no puede
más que devenir en prácticas laborales también sin regular.
Una de esas fronteras mentales de las que hablábamos más arriba se
materializa en la falsa y peligrosa identificación de falta
administrativa con criminalidad. Lo daba a entender Mbaye en su
pancarta: no tener papeles no es delito. Y, a pesar de ello, los migrantes en esta situación se sienten criminalizados,
tanto por la sociedad, como por el Estado. Lógico, ya que así les
hacemos sentir cuando son identificados por la calle, retenidos,
encerrados en un CIE, expulsados del país. Esto es el racismo
institucional, que se expresa mediante las actuaciones policiales y los
abusos de poder. Un producto de una sociedad que con indecencia e
insensatez niega los papeles a una persona, como Mbaye, integrada en su
comunidad. ¿Qué derecho tienen las instituciones a negar lo que esa
comunidad sí le ha otorgado?"