13.1.18





desde Alemania leo que en zaragoza está habiendo un encuentro estatal de mujeres feministas para preparar la huelga del 8 de marzo. Qué importante. Aquí en este Schloss llevo casi cuatro meses de conversaciones extremadamente pesimistas acerca de la situación política & económica mundial emitidas por sujetos de cualquier lugar del globo (rumanía, hungría, polonia, serbia, brasil, colombia, egipto, singapur, india, hong kong...): casi cada una de ellas termina como con una profunda tristeza e en el aire que me revuelve de modo muy instintivo, quizá ingenuo, pero es que algo interno me dice que en el pesimismo intelectual anida una suerte de privilegio al que estaría muy bien renunciar; el caso es que siempre intenté dar a ver una grieta, al menos, a tanto control (policial, vigilante, excepcional, securitario) y descontrol (del dinero y el dinero, la vida y los cuerpos, las cantidades y las medidas, los trabajos y la energía), que es la única que a mí me parece viva, pero muy prometedora: el feminismo y su huelga humana (salvaje indefinida), su verdad exponencial, y el vibrante cambio que ya se está percibiendo en cada capa de la realidad. Ojalá este año salga una huelga grande gracias a las feministas que están en Zaragoza reunidas, que así nos vamos entrenando para las huelgas masivas de la próxima década

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