Cualquier megafonía es un dispositivo de amplificación que emite
avisos semánticamente muy restringidos. Dentro de la megafonía cualquier
frase suena impositiva y unidireccional. Todas las de la megafonía son
frases para algo, nunca por sí mismas. Además, por motivos de seguridad,
en esta megafonía está prohibido emitir mensajes de viva voz: un cd
pregrabado contiene la variedad de frases que se emiten cada día, y las
que se puedan necesitar. Mi idea es ampliar el número de posibilidades
verbales de este cd mediante la grabación de unos cuantos trozos de
lengua que de tan laterales o extraños puedan no servir para nada, de
modo que la combinación multiplicada de posibilidades verbales dé en
algo que imposiblemente seacomo una orden o como una información. No
servir para mucho ni estandarizar ni funcionalizar el lenguaje es la
poética de esta pieza que consta de tres unidades: 1) un archivo escrito
de partes verbales finitas que, de tan subdivididas, presentan
combinación casi infinita 2) un cd que contiene la grabación oral de
dichas partes y 3) un repertorio de catorce ejemplos de mensajes
imposibles para usar en situaciones improbablemente acontecibles. Varias
fuerzas semánticas imprevistas recorren las 14 muestras que sonarán en
agosto. Al estar montadas imitando un esquema sonoro similar al del
mensaje que cada día avisa del fin de los servicios de la playa, sólo
podrán ser recibidas por quienes activen su escucha para distinguir lo
improbable de lo habitual. Pienso que el efecto de robotización y
fantasmagorización de las frases de una pre-grabación partida adquiere
viveza si el montaje post-grabado no cumple con las restricciones
semánticas.
la pieza suena del 1 al 13 de agosto a las 20.20 en la playa de la kontxa - dentro del programa del Observatorio de la escucha - dura de 1.30 a 3 minutos - si hay gente, para la gente - si llueve, para la lluvia - sale ligero, pesa poco
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