9.9.13

Tengo fe en ser fuerte. Vallejo. Los versos.



estaba releyendo Trilce - al caso de un viaje que va a ser, a Lima, pronto

y me he vuelto a encontrar todos esos versos más que mágicos, santos - "santos laicos" (título.part de una antología de entrevistas hecha por Yanko González). Cada vez estoy más segura de que un buen verso es una unidad de memoria, que si no se recuerda es que no es verso bueno. Puede ser metro, por ejemplo, estar medido, pero no recordarse, perderse entre el empalague de la melodía conocida. Puede ser frase sin verso, o sea, discurso. Cuando una frase se hace verso deja el discurso y entra en el transcurso, en el incurso, en el percurso, y hasta el recurso! - pero no hace discurso. Hace otra cosa.

Vallejo tiene mil versos de esos que cada vez que recuerdas hacen algo en tu cabeza; por ejemplo "era domingo en las claras orejas de mi burro", que no es de Trilce. Esto de marcar el día de la semana, esto que Vallejo hace tanto en Trilce, distinguiendo lunes de gloria de domingos de resurrección y viernes de dolores. Esto de marcar las horas y de que a las dos se condense un todo. Esto de que los números conformen significados semánticos, y no sólo cantidades. Esto del sexo, duro, explícito - y hasta hembrista, pienso y no sólo por ese que dice "y hembra es el alma mía / y hembra es el alma de la ausente". "Pienso en tu sexo. / Simplificado el corazón, pienso en tu sexo". Y esta cosa tan hermosa con la orina ;;; y el sexo entre primos (y recuerdo ahora ese otro poema de Arturo Carrera sobre primos gallitos que descubren juntos sexo) (""Me he casado" / me dice. Cuando lo que hicimos de niños / en casa de la tía difunta... // ... que verdaderas ganas nos ha dado / de jugar a los toros, a las yuntas") ;;; y la cárcel y la masturbación ;;; y las madres; y la mula y el buey ("Hoy vienes apenas me he levantado. / El establo está divinamente meado / y excrementido por la vaca inocente / y el inocente asno y el gallo inocente"). Esto de libro infinito. El libro que delira. El que hace delirar a los filólogos loquísimas interpretaciones al pie; y a lxs lectores, formas de acordarse del presente en el presente mediante un verso del pasado

luego hay este tipo de verso-canturreo* que ayuda a cruzar el bosque cuando el bosque da miedo, es un verso de niñxs pero lo usan los adultxs también, lxs adultxs que saben algo de la vida, vaya, que no han perdido la niñez. Es un verso-rezo que no se gasta aunque pases la noche diciéndolo para que llegue la mañana. Y protege del miedo. Da valor. En Trilce de pronto, también, me lo encuentro: Tengo fe en ser fuerte. Tengo fe en que soy, y en que he sido menos. Aunque tal vez es largo. Podría usarse tengo fe en que y en que. O incluso enqueyenque, enqueyenque, enqueyenque, enqueyenque. Y así hasta la mañana



*Aquí, entonces introducirá la noción de ritornello que acuñara en sentido filosófico junto a Guattari para referir al menos tres puntos también relacionados con su concepto de desterritorialización: el ritornello, como un canturreo, se efectúa en el recorrido del propio territorio (territorialización), luego a la hora de regresar al territorio (momento de la angustia, reterritorialización) y por último en el afecto melancólico de partir (siempre del territorio propio, desterritorialización). Todos estos movimientos se engloban en la noción, más o menos spinoziana, de afecto. En la música, el ritornello puede entenderse como una relación de estos afectos: se parte de una tonadilla, un pequeño ritornello, para llegar a un gran ritornello. Para Deleuze, así como hay cantos y gritos en la música, los hay en la filosofía. Ejemplos de gritos en la filosofía: "Hay que detenerse" de Aristóteles o su opuesto "No, no me detendré jamás" Wikipedia. El abecedario de Deleuze - Ó de Ópera

5 comentarios:

pingüinodespistado dijo...

Esa es exactamente la definición o el logro del verso, la de vallejo, ni lo uno ni lo otro, ni canción ni pensamiento.

a. dijo...

qué hermoso, M, qué bien leerte leer a vallejo, claro, ayer lo recitaba volviendo a casa, en ritornello, para no tener miedo de la noche

maría salgado dijo...

a!

acabo de ver que recitas en el 2013 poetas por km2 de Arrebato. Qué bien. Allí estaré. Gracias por el comentario en el post. Me alegro de que sirviera para algun regreso a alguna casa alguna noche.

Besos,

m

Jakob von Gunten dijo...

Yo más bien me traje un bosque en la cabeza. Algunos versos-rezos resonaban aún en mí como una letanía al volver a casa anoche después de Obliv/Olvido. Versos-bucles que en vez de ayudar al niño/adulto a cruzar el bosque, lo llevan a él, lo internan en él, lo conducen hasta lo más hondo de él, y lo abandonan ahí. Obliv/Olvido. Adiós, niño.

maría salgado dijo...



- gracias, Jakob