31.10.12

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euraca
seminario de investigación en lenguas y lenguajes de los últimos días del euro

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Por algún motivo no puedo dejar el comentario en el otro blog, o sea que lo dejo aquí: sigo sin entender que, a años de distancia del trabajo de Cucurto (de algunos trabajos de Cucurto, como el que se cita) no se relativice un poco ese deslumbramiento inicial sobre su trabajo, esa loa tan generalizada, en muchos aspectos justificados y en otros más cuestionable, y se haga un poco de crítica.

A mí muchos de esos textos me parecen muy machistas sin que consiga establecer muy bien cuál es el posicionamiento o el objetivo con el que el autor aborda el tema. ¿Parodia? ¿Crítica? A veces siento la falta de marcadores que apunten en esa dirección y me irrita e incluso cabrea el regocijo con que la voz narrativa/lírica (????) parece deleitarse en esos pasajes.

Esto sin querer disminunir logros de ese autor, que también los tiene.

maría salgado dijo...

hola,

estuve fuera, siento el retraso. Hemos arreglado los comentarios del blog de seminarioeuraca. También movimos este comentario a la entrada sobre Cucurto, para que, de darse, la discusión se produzca en su lugar. Pronto contestaremos como Seminario Euraca.

Como globo y rápido: a) creo que parte de aquel deslumbramiento está justificado en el hecho de que se trataba de unos textos que traían un lenguaje bastante sorprendente incluso para una tradición literaria tan variada como la argentina b) ese deslumbramiento no es, en el caso de euraca, acrítico, sino todo lo contrario. En la investigación sobre procedimientos de lectificación /dia,ideo, socio.../ de la (alta) lengua de la poesía, pocos textos hay más aventurados que estos. Y no serán los únicos. También leeremos un libro de un poeta granadino feminista (Melgarejo) que hasta habla de sí misma en femenino. Y los textos de una poeta gallega de 65 años. La comparación hará saltar chispas, también al nivel de los enunciados políticos, pero al nivel de lo que los lenguajes de Cucurto representan, ¿cabe una posición diferente que esa? c) Si no pudiéramos leer a todos los poetas machistas más o menos encriptados, ...

abrazos y gracias por el comentario. Seguimos en el otro blog!

m

Anónimo dijo...

Perdón por la tardanza... y perdón por volver aquí, pero sigo sin poder comentar en el otro blog. Muy brevemente para no meternos en callejones sin salida: no sé si he entendido bien lo de poder o no leer a todos los poetas machistas más o menos encriptados (no sé si me creerás, pero intentado reflexionar sobre esta última frase he ido al diccionario RAE... y ni "encriptado" ni "encriptar" figuran) pero bueno, I guess I get it, supongo que es un toque "geek" ;-)y que hablamos de "cifrado". En cualquier caso, el problema es precisamente esa falta de "encriptado": el tono "machista" (lo pongo así porque tampoco sé si es eso) es totalmente evidente, está en la superficie. Y aquí hay dos posibilidades: o quiere decir precisamente eso, en cuyo caso creo que habría que entrarle (bastante) críticamente a esta cuestión por muchos otros logros que tenga. O no, o precisamente esta máscara "machista" es el "encriptado" de otra cosa... de una postura ¿irónica? ¿crítica?... Sí, pero como arguía en el comentario anterior, deja muy pocos rastros en este sentido y ese aparente regocijo a mí me molesta muchísimo y me cuesta no ponerle muchos, pero muchos peros. Al menos, hasta donde yo he podido ver, que tampoco es mucho.

Hay

maría salgado dijo...

hola,

hemos trasladado por fin esta conversación a la web del seminario: seminarioeuraca.wordpress.com

porque es allí donde va a ser más útil. No sé por qué no puedes comentar, che. Mándanos un mail con lo que ocurre a seminarioeuraca@gmail.com y vemos cómo arreglarlo (y mantendremos el anonimato, tranquilx)

por aquí no me quedo sin comentar que el caso Cucurto es complejo y que por eso genera mucha conversación alrededor, de la que rompe la cabeza, creo, que es la buena. Que no entiendo la crítica como juicio sobre la moralidad de los poemas, ni siquiera sobre la moralidad de los poetas; sino sobre las conexiones y desconexiones que los poemas/poetas hacen con un mundo organizado sobre el capitalismo y el heteropatriarcado. En este sentido, Cucurto pone a funcionar voces y cuerpos de ese mundo en los poemas. La lectura no tiene por qué consentir ni asentir a/con esas voces. La lectura de hecho puede violentarnos. Pero de hecho toda lectura relevante lo hace, pienso, desconocerns y conocernos, cambiarnos de sitio, explicitar lo inexplícito e inexplicitar lo explícito. E insisto en que si tuviera que dejar de leer a poetas machistas y hasta misóginos y hasta fascistas y hasta clasistas, la verdad es que habría leído muy muy poquito. Si te digo la verdad me interesa leer cómo eso opera en los textos más complejos (obvio que no en los poemas unívocos), cómo los lleva a su propio límite y los convierte en otra cosa que ya no es del autor sino de quien lee.

Yo aspiro a transformar esta desigualdad radical que organiza el mundo en todos los niveles en que puedo incidir, pero por eso mismo no quiero eludir pensarlo tal y como sucede en todos esos niveles.

Sigamos en el blog de Euraca. Muchas gracias por traer todo esto aquí, en serio,

m

Anónimo dijo...

No puedo dejar de comentar en un flash esto último... y prometo pasar de nuevo por EURACA e intentarlo de nuevo: comprendo bien lo que dices, entiendo la posición que defiendes sobre la crítica... sólo que yo cambiaría "moralidad" de los poemas, por el término "mensaje político" de los poemas... y hecha esta sustitución ahí sí que discreparía contigo: no creo que la crítica deba hacer juicios moralistas, pero sí creo que es su misión establecer cuál es el mensaje "político" (sensu lato, evidentemente, entendido el término como posición sobre la vida y el ser humano en sociedad: las categorías que citas como "machismo" etc. no me parecen categorías morales, sino categorías "políticas"), sin juzgarlo. Y desde luego creo que el lector debe intentarlo por su cuenta también. Y para leer a WC y saber qué estoy leyendo no puedo menos que entablar la lectura "política" de sus textos. Y es ahí donde aparecen los problemas para mí.

Lo creas o no, como lectora es un problema que me preocupa muchísimo y que a veces me plantea más de un dilema.

No sé si se entiende, pero lo dejo ya aquí, ¿vale? Gracias por tus respuestas y por tu paciencia.

Intentaré lo del otro blog.

Un saludo.

(Por cierto, bien leído (siempre desde mi punto de vista) Punctum. Gracias a tu texto, pasé al poemario de Cebrián, que me ha parecido espeluznante por lo que dice y cómo lo dice visto desde la coyuntura actual y el momento que vivimos. Gracias por sacarlo.)

Anónimo dijo...

Asuntillo de nomenclatura: imagino que cuando hablamos de "crítica" estamos hablando ambas de "lectura crítica/estudios críticos" de literatura y no del género periodístico homónimo y, para mí, absolutamente carente de interés.

Otra cosa: evidentemente, también yo creo que el texto no es de quien lo escribe, sino de quien lo lee, un poco en la línea de lo que dices tú cuando hablas de llevar al límite el texto. Precisamente, la objeción que planteo no tiene nada que ver con la persona del autor, ni mucho menos con sus intenciones... pero sí y mucho con lo que yo leo o puedo leer ahí y lo que eso suscita.

Eso por una parte. Por otra, había dejado una posibilidad sin explicitar. Recapitulemos: una era que el texto quiera decir/ se lea tal y como lo plantea su superficie textual; la otra era que el texto actúe como máscara y que se imponga una lectura irónica/crítica. Y la tercera, la que yo no había recogido, y que puede ser importante en el caso que nos ocupa es que lo que el texto proponga sea una ambigüedad entre la primera y la segunda y que deje en manos del lector el sentido que quiere dar a su lectura.

Y sí, efectivamente podríamos pensar que la tercera es la que corresponde con un texto interesante (el que provoca esas conversaciones que rompen la cabeza, tal y como tú decías) y con un autor inteligente... o con un lector bien dispuesto ;-). Yo siempre estoy muy abierta a esta última posibilidad, pero en este caso, repito, con lo poquito que he podido constatar... mi irritación a veces no me deja ser tan benévola con el texto.

Repito, para finalizar, ahora sí y para siempre ;-), que cuando hablo de "mensaje político" no lo hago en el sentido tradicional, sino en el sentido de la visión que el texto ofrece sobre la interacción y la naturaleza humanas, olvidando y anulando de esa expresión toda connotación de "mensaje o consigna política en sentido estricto".

Un saludo y gracias de nuevo.

maría salgado dijo...

hola,

pero esto se está poniendo muy interesante, ¿no? Pásate por el seminario, porfavor, y no te cortes de comentar si es que quieres seguir en la cosa... aunque yo preferiría que fuera en el otro blog por aquello de compartir así la conversación. O sea, que lo que estamos haciendo es una investigación conjunta, no del todo "mía" y en todo caso...

he de reconocer que hubo un momento en que temí que se tratara de un argumento de "corrección política". Estoy totalmente de acuerdo con que el asunto del machismo es político y no, para nada, moral. Con "moralidad" me refería a pensar en la ideología del "poeta"; pues considero como tú que el libro es de quien lee, radicalmente. Los libros no son de los autores, de ahí que la política de los libros no dependa tampoco de lo que ellos son, no sé si me explico. En este sentido es en el que incluiría a Borges también en el saco de WC, por elegir a un poeta estéticamente opuesto. Ni Borges ni Cucurto, creo, hacen textos feministas (por no hablar, claro, de que no me imagino a Borges interesándose lo más mínimo por las mujeres, pero ese, como digo, es un asunto que dejo de lado para no morir en el intento de leer la tradición literaria occidental, vaya); la explicitud del machismo de los textos de WC, ¿es la medida del machismo de su poesía o es un aspecto de su poética? No sé, no lo sé. Y en cualquier caso, sí entiendo lo que dices de irritación; pero supongo que en esto el punto que considero problemático es que los textos tengan que dirigir los cambios políticos; la política de la forma, vaya, me parece un asunto problemático... siempre conflictivo. Lo que Lorca hacía / lo que Lorca escribía, vaya, no sé si se filtran por el mismo programa, o divergen en el mismo programa. Que lo republicano era irse de misiones pedagógicas, era ser gay públicamente, etc; pero ¿qué es Bodas de sangre o el Romancero o Poeta en Nueva York? No es sólo república, ¿no? Hay códigos éticos bien salvajes inscritos ahí, amor no republicano también, diría yo, no sé... Perdón porque esto ya es muy digresivo.

La contraposición de Mercado Común / Punctum a mi me fascina en la medida que da un punto de comparación de los 90 a los dos lados de la poesía del atlántico (y eso que Mercado Común es de los dosmiles, pero me parece un libro tan tan de los noventa, desde luego que tan anterior a Génova, Seattle, el no a la guerra, etc...) Vente a la sesión, seas quien seas.

Y gracias gracias,

m