nunca vi una película de miedo en el cine, me daban miedo sin verlas, esas películas - sentía el terror sin mirar, no necesitaba mirar para sentir terror - sin abrir los ojos, por su música, cualquier presencia se percibe. Pero me dijeron que Låt den rätte komma in era bonita y era de amor y ahora tengo 25 años y un mes y y eso todo se parece a una edad como para decidir de una vez nada definitivo, más errores. Como para fingir no tener miedo. Como para inventar valor. Entonces, estos días estuve leyendo a Artaud, El teatro y su doble, lo estuve leyendo para poder trabajar con eva c. en algo parecido a un escenario algún día que esté a la altura de un escenario o de la escena que querríamos montar, que soñamos montar - esa escena que, supongo, después de Artaud, pasa un poco por la carne propia y por el propio terror, entre otras cosas. Luego he intentado seguir haciendo que leo El antiedipo, de Deleuze y Guattari, que todo el rato, creo, hablan de Artaud cuando hablan de crueldad. La crueldad ancestral. El ojo que mira el dolor, de ahí la pareja ojo-dolor, que hace triángulo con otras parejas (de la mano y del oído). El ojo que quiere ver, por ejemplo, jurídicamente compensado el delito que comete el criminal mediante un daño igual o mayor, aunque no repare, aunque no revierta. La pareja delito - daño. "Un ojo por una oreja" dice un personaje con cuchillo de Låt den rätte komma in - justo ahí cierro más fuerte los ojos - no podría soportar tal espectáculo en pantalla, un desojamiento o un deshojamiento - según sitúes la hache muda. Esa crueldad. Pero esa crueldad, que existe, que es la de los humanos, no es la de los vampiros. No. Los vampiros son unos románticos, me da la sensación, unos héroes del amor eterno, del paso del tiempo. Y luego esa ternura infinita, contra la crueldad del mundo, de pedir permiso para entrar en cualquier lugar, como si fuera un protocolo afectivo, una seducción y un respeto precioso por el amante - may I come in - no sé por qué pienso en inglés - tal vez porque en clase de inglés en primaria (donde más sentí yo la crueldad de la autoridad de las terribles misses) era el único lugar donde de verdad enseñaban frases completas para pedir permiso, frases hechas útiles, fórmulas mágicas para establecer contacto humano, may I go to the bathroom please - ojalá dos o tres más, más precisas, más british, bien aprendidas y bien enunciadas en su momento hubiera dibujado en el aire máquinas mejores de relación - may I... creo que esto que ya estoy empezando a escribir, tarde por la noche, muy tarde, es una suecada de la película sueca, nada que ver con la película, ni con Artaud, ni con Deleuze ni con una tesis doctoral por hacer sobre ojos-manos-bocas-y-culos, una tesis que tampoco haré - pero esto no es un diario, ¡eh!, cuidado con eso, este blog es todo menos un diario o una confesión. Querría cambiar la escritura del globo y estoy dudando mucho, no sé si cerrarlo, no sé si deshincharlo, estoy pensando - pero un diario nunca, nunca, eso nunca. Una descripción de objetos de escritura, en todo caso: una casette nueva encima de la mesa que no puedo escuchar ahora mismo - una noche aún por delante después de ver una de miedo / una de amor - el concepto de crueldad - el teatro de carne y hueso y aprendizajes que no sé aún hacer - el miedo a ser vampira - la palabra encarnizamiento - la perplejidad de 25 años y un mes y 4 días - anoche de hace un mes y cinco días: un concierto homenaje a joy division - esa canción que se llama she's lost control - esa otra que dice viene está viniendo al final llega un día sí y otro también - se refiere al ataque de epilepsia, lo descubrí en el biopic sobre ian curtis - un montón de incertidumbre, un montoncito de atasco, miedos, temores, espejos que sí reflejan, sueños, un montón de sueños - a lo mejor esto es una carta más rápida que el correo postal - llega antes de que salga el sol, que es fatal
Sábado 9 de mayo; 18:30
Sara Toro, Alejandra Vanessa, Silvia Gallego, Carmen Camacho, María Salgado, María Eloy-García, Beatriz Ros, Laura Rosal, Jesús Fernández, Juana Marín y Verónica Moreno (que además es la que les ha convocado a todxs)
1 comentario:
må jeg kommer i?
diría yo en mi danés color óxido que, que no nos engañen, es lo mismo que el sueco pero con otro acento (como el castellano y el andaluz, pero transcrito).
y ya, porque esto no es un comentario a ningún diario.
v.s.-
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