24.5.07

ferias ya llegó: o de cómo encontrarlo en caso de que se busque



- madrid, sedes oficiales:
arrebato (san andrés 12), traficantes de sueños (embajadores 35)

- madrid, librerías más: fnac, casa del libro, la central, hiperión

- UAM: librería de filosofía y letras (al cuidado de pelayo, ese lector!)

- s.s.reyes: zéjel (al cuidado de mariano, ese librero!)

- ourense: librería torga (rua de paz 12)

- sevilla: librería la fuga (conde de torrejón, 1 local 1)


* en caso de que se busque y no se encuentre, puedo mandarlo por correo. pedidos en la dirección: sra.ramsay@yahoo.es

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo siempre compro en el barrio. En la librería Zejel. Su dueño, Mariano, es un tipo cojonudo orihundo de Guadalajara que vino a San Sebastián de los Reyes a hacer las américas. Y ahí lo tienes al muchacho, luchando por un mísero sueldo que le genera el negocio. El banco lo tiene pillado por los huevos, pero aún así regala una amplia sonrisa a todo aquel que entra a preguntar incluso por el Código da Vici.
Hace tiempo que Mariano pasó a mi lista de amigos. En los días libres y de camino al gimnasio paso siempre a saludarle. "Qué pasa Mariano" "¡Coño! entra y charlamos un rato que hoy parece que la cosa está floja" La cosa siempre está floja pero eso es un comentario que los dos nos reservamos. Por lo demás discutimos sobre todo. Ponemos verdes a unos cuantos y nos cagamos en todo lo que se menea... Finalmente me aconseja algo que leer; porque, eso sí, de libros sabe la tira, mil veces más de lo que saben todos los empleados del FNAC juntos habidos y por haber. Desde que lo han abierto en el centro comercial le han echo la puñeta al chaval. Pero no se deja amedrentar fácilmente. Es un tipo duro de mollera. Como aquella canción de Jethro tull, Thick as a Brick.
Conoce mi pasión por María y desde que ganó el premio Felix Grande en el expositor de su escaparate nunca falta Ferias, para que yo no deje de tenerlo cada vez que lo regalo. De algún modo ya sabe que se ha convertido en un ritual. Quedo con una chica, nos perdemos en alguna pensión barata de la Puerta del Sol, fumamos un porrito de marihuana, hacemos el amor y de colofón saco mi ejemplar de la mochila, pongo voz enquistada de noche y la convierto a ella en esa transeúnte por la feria. Evidentemente ella, insatisfecha, acaba llevándose el poemario para guardarlo debajo de su almohada... Así a lo tonto llevo regalados ya unos diez ejemplares. Menos mal que no es un librito caro. En el momento en el que me invade la generosidad me quedo como Dios, pero al día siguiente ando más arrepentido que el Demonio. Así que me acerco a la librería de Mariano y le cuento la aventura "Bueno, no te preocupes, este te estaba esperando" y me voy más contento que unas pascuas camino del gimnasio. "Gracias Mariano, menos mal que estás para socorrerme". "Hasta luego y vuelve cuando quieras". Y mientras me ve salir por la puerta todo contento coge el teléfono y marca el número de la distribuidora. Sabe que no pasará mucho sin que yo vuelva a hacer el amor.

Anónimo dijo...

Fe de errores:

.- Donde puse "orihundo" no hubiera incluido la hache de no ser muda, es decir, que no suena, o que no la oímos, porque ojos que no ven corazón que no siente.
.- Donde puse "han echo" hubiera incluido la hache de no ser muda, es decir, que sonara, o que la oyéramos, porque corazón que no ve ojos que no sienten