p r o x y
May 26 – June 20, 2017
Opening: May 26, 12:30pm
Atski Gallery | NODE Gallery | Studio 7044
Arabia Campus
Hämeentie 135 C, 00560Helsinki, Finland
p r o x y is
an international group art exhibition that aims to reflect on the
notions of displacement, remoteness and phenomenons associated with
them.
With most of the artists working far from Helsinki and the
curatorial team acting as authorized agents who follow their
instructions and protocols, notions of trust, communication and
cooperation will materialize in a territory that is itself shifting.
Works by:
Camille Tsvetoukhine (Paris)
eeefff – Dzina Zhuk, Nicolay Spesivtsev (Moscow – Minsk)
Leo Marz (Monterrey)
Maiko Jinushi (Tokyo – New York)
María Salgado (Madrid)
Narim Lee (Seoul – Helsinki)
With contributions from Dana Neilson, Miina Pohjolainen, Raúl Verduzco, Minna Kayra, Vanessa Kowalski and Lari Rantalainen.
You are warmly invited to the opening performance ARABIA proxy by María Salgado and Miina Pohjolainen which will take place at 12:30 sharp in Atski Gallery.
In
her action María Salgado dictates through the phone from her house in
Madrid a letter to Miina Poojolainen, who is in Helsinki. Miina, a
native speaker of Finnish with no knowledge of Spanish whatsoever,
pronounces in front of an audience the sounds that she can hear through a
set of headphones. The performers use each other as human proxys or
middle persons to make possible a text whose content only the translator
to Finnish and the artist know first hand. What will it sound like? How
much will be lost and how much will remain? "Me", "you", "here",
"there", "this", "today", what or who will they name once
de-contextualized and de-localized? Will the signal persist?
Curated by Vera Kavaleuskaya and Neme Arranz Ruiz
ARABIA proxy / Madrid > Helsinki > Madrid a/a Buenos Aires
26 de Mayo 017_12.30 (finlandia) / 11.30 (espania) / 6.30 (argentina)
La acción consiste en
una lectura en Helsinki de una carta dictada desde Madrid el día 7
de junio de 2017. Una perfomer, nativa en finés y sin ningún
conocimiento de español, recibirá mi llamada telemática desde
Madrid. La performer tendrá que ir pronunciando los sonidos que vaya
escuchando por los auriculares, ante la mirada de los asistentes.
Ella sólo podrá solicitarme que repita la frase anterior mediante
una expresión tan estándar como “repeat”, cuantas veces quiera.
Cuando termine de emitir el texto, abandonará la sala donde se
encuentran los asistentes para poder dictarme la versión traducida
al finés sin que ellos puedan oír su correcta pronunciación de su
lengua materna. Yo soy hablante nativa de español y no tengo ningún
conocimiento de finés, así que iré pronunciando los sonidos que
escuche tan a tientas como ella lo hizo con los sonidos del español.
Iré pronunciando los sonidos que vaya escuchando por mis
auriculares, mientras mi imagen se verá proyectada en la pantalla.
Los asistentes podrán atender, así, a los gestos que nuestras caras
produzcan en el esfuerzo de la escucha y la replicación. Las dos nos
usaremos como “proxy humano” o “persona interpuesta” para
hacer suceder en dos idiomas un texto cuyo contenido hasta ese día
sólo conoceremos la traductora al finés y yo. Uno de los objetivos
es que el fondo del mensaje permanezca pese a las previsibles
pérdidas y rugosidades fonéticas, sintácticas, semánticas,
pragmáticas, energéticas, afectivas y culturales que, por otro
lado, constituirán en sí mismas la materia de este audiotexto. ¿A
qué sonará? ¿Cuánto se perderá y cuánto restará? ¿A qué y a
quiénes y cómo nombrarán ciertas palabras como “yo”, “tú”,
“aquí”, “ahí”, “esto”, “hoy” una vez deslocalizadas
y descontextualidas? Mi hipótesis es que un material tan oral y
situado como el de esta carta viajará mal través de la voz, la
transmisión telefónica, y dos idiomas tan extremadamente opuestos,
y que, no obstante, una parte de algo que podríamos llamar “señal”
persistirá, durará, hará por existir. Esta señal enviada desde
España en verdad está dirigida o destinada a un tercer lugar,
Argentina, usando como puesto de enlace (o “proxy geográfico”)
un campus finés llamado Arabia, del que no conozco nada en absoluto,
ni por el que, en consecuencia, siento apenas afecto. Y acaso
podríamos atrevernos a decir que los rasgos culturales del país que
hace de proxy y los del país que hace de destino (incomunicado) son
bastante alejados (a no ser del tango), y que a su vez, son muy
diferentes de los rasgos culturales del país emisor; pero también
sospechamos que a estas alturas de la globalización neoliberal,
existen bastantes otros agujeros y misterios en el sistema de
transmisión. ARABIA proxy: un proxy mágico.
Si de lejos la acción recuerda al Untitled Project for Pier 17 de Vito Acconci, es porque se habrá visto el homenaje. Si de cerca impugna cierta ilusión de transparencia comunicativa, a la contra del estándar global, es porque se le habrá visto la intención. Si resulta que al final la señal llega, es que habrá cumplido (una parte de) su misión.
Si de lejos la acción recuerda al Untitled Project for Pier 17 de Vito Acconci, es porque se habrá visto el homenaje. Si de cerca impugna cierta ilusión de transparencia comunicativa, a la contra del estándar global, es porque se le habrá visto la intención. Si resulta que al final la señal llega, es que habrá cumplido (una parte de) su misión.
Invitamos
a quien no entienda ni finés ni español a, precisamente por ello,
asistir a este experimento comunicativo como “proxys” sin red a
la que conectar.