4 martes desde el 16.2 al 8.3
de 17:00 a 20:00
en la biblioteca
del CA2M
Dirigido a cualquiera interesado en la escritura, la palabra, la oralidad.
Inscripción gratuita hasta el 4 de febrero. Envíar el formulario (descargar aquí) a actividades.ca2m@madrid.org
Inscripción gratuita hasta el 4 de febrero. Envíar el formulario (descargar aquí) a actividades.ca2m@madrid.org
La oralidad es algo aún más raro que lo que comúnmente suele pensarse que es el habla. Es todo un mar de formas verbales no gobernadas (o no tan gobernadas) por la letra escrita. Incluso hay dispositivos textuales que estando escritos en letra de algún modo se regulan por la oralidad, como es el caso de (gran parte de) internet. En todo caso, existe un inmenso mar de hablas, dialectos, sociolectos, cronolectos y criptolectos ahí afuera, un mar de lenguas y lenguajes en el que encontrar piezas verbales de todo tipo: bonitas, bellas, feas, oportunas, extrañas, realistas, hiperrealistas, irrealistas. Un mar al que ir a pescar por placer o por compromiso con la pesca, para disfrutar de una escucha activa de lo que hay y por haber suena a su manera, para nadar y así muscular la propia pluma, es decir, el estilo distinguido con que cada cuerpo escribe a su manera lo que del mundo pasa por él. No hay una sola forma de hablar que no traiga algo de brillo o de extrañeza. La inclusión, manipulación y calcado de las hablas es un procedimiento que permite a la escritura, por un lado salir de la melodía del verso medido o de la estrechez de la prosa, y por otro, darle contexto social e histórico a las palabras aparecidas. Las hablas caracterizan mundos. La escritura que escucha las hablas consigue hacer entrar a todo tipo de gente y a sus mundos en los textos. La oralidad es el banco más increíble de lenguajeo, escritura y audiotextualidad pasada y por venir que se pueda explorar. En este taller se propone ir a grabar lengua, ir a mirar la lengua pasar, desgrabar, escuchar, transcribir y decidir cómo escribir la transcripción. Vamos a entintar contextos, calcar vacilaciones, copiar giros, dibujar hilos que se pierden, insonorizar, tachar, cortar y pegar. Y a todo esto que quede, y al proceso de hacerlo y de pensarlo, llamaremos “poesía” aunque no tendríamos por qué, a no ser que dijéramos, como Jacques Roubaud, que un verso tiene bordes pero un poema no. Vamos a hacer poemas sin bordes y versos sin poema y hasta poemas con versos; y que luego cada quien llame como quiera a ese trabajo. Este taller es un taller para todo tipo de personas que quieran buscar un sonido verbal algo diferente al del poema que se escucha normalmente, con el que desplazar su comprensión de la realidad irreal, en el que memorizar el tiempo presente de otra forma algo distinta o rara u oportuna o.